Al completar un ACV, se pueden calcular muchos, muchos impactos diferentes. Por ejemplo, al analizar los metales, se puede observar el envenenamiento de las vías fluviales debido al procesamiento, pero eso no es muy aplicable a los alimentos. Hemos seleccionado cuatro impactos clave que se explican en esta página y en la siguiente, explorando qué son, así como cómo y por qué los medimos. Nos mantenemos alineados con el estándar establecido en ese artículo científico de la Universidad de Oxford, que ahora se incluye en HESTIA, su evolución digital.

Una medida de los gases de efecto invernadero (GEI) que se emiten al crear el producto. Los GEI atrapan el calor en nuestra atmósfera y provocan cambios en el clima, como si fuera un invernadero para las plantas. Algunos de los principales responsables son el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O).

Sumamos todos los GEI emitidos desde la explotación agrícola hasta el supermercado, inclusive. Medimos las emisiones de GEI utilizando gramos de dióxido de carbono equivalente, o g CO2(eq). Calculamos las emisiones utilizando factores de caracterización del IPCC (2013) con retroalimentaciones de clima y carbono.

Los GEI son los principales impulsores del cambio climático, que muchas organizaciones, incluido el Foro Económico Mundial (WEF) y HESTIA, consideran el problema ecológico de mayor prioridad al que nos enfrentamos.

Técnicamente, se trata de una medida de escasez de agua. No solo contamos cuánta agua dulce se utiliza, sino también de dónde se extrae del suelo y luego lo multiplicamos por un número basado en la escasez de agua dulce en ese lugar.

Sumamos toda el agua necesaria, ya sea para riego en el campo, agua añadida al producto durante el procesamiento o agua utilizada para limpiar la máquina de procesamiento. Esto se multiplica por factores definidos por el modelo AWARE desarrollado por WULCA. Lo expresamos en “litros equivalentes” o L eq.

700 millones de personas en todo el mundo podrían verse desplazadas por la intensa escasez de agua para 2030. El Foro Económico Mundial (WEF) cita la escasez de agua como el problema social más probable y de mayor impacto en su Informe de Riesgos Globales 2020.

La contaminación de nuestras aguas se debe, en concreto, a la eutrofización. ¿Ha visto alguna vez un estanque verde? Eso suele ser eutrofización. Los fertilizantes o los excrementos de los animales, ricos en nutrientes, se escurren de los campos hacia los lagos y ríos. A las microplantas llamadas algas les encanta. Se descontrolan y privan de oxígeno y luz solar a quienes viven bajo la superficie.

En todos los casos en que se puedan liberar sustancias "eutróficas" en los cursos de agua, las sumamos. Esto ocurre principalmente en las granjas. Hay muchos tipos de sustancias eutróficas, por lo que utilizamos una medida equivalente, esta vez los equivalentes de fosfato: PO4 3- eq. Para calcularlo, utilizamos el método de referencia CML-IA (2016).

Los alimentos que consumimos generan el 78% de toda la eutrofización del mundo. Es un gran indicador de los efectos secundarios de la agricultura intensiva, un gran barómetro de la mejora.

La biodiversidad es una medida de cada criatura, flor y bicho de una región. Estamos midiendo el riesgo de perder especies enteras, generado por el cambio de uso de la tierra realizado para cultivar alimentos (destrucción del hábitat). La pérdida de una especie significa una reducción de la biodiversidad, lo que significa una menor estabilidad del mundo natural.

Este estudio se centra en la explotación agrícola. Tomamos la tierra que se utiliza para cultivar los productos o criar los animales y tomamos nota de su ubicación en el planeta. Esto se asigna a ecorregiones que indican la biodiversidad de la región donde se lleva a cabo la agricultura. Utilizamos el enfoque de caracterización de impacto de LC para modelar esto.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) considera que la pérdida de biodiversidad es el desastre ecológico de mayor prioridad al que se enfrenta la humanidad. Dependemos absolutamente de tener una biosfera estable para alimentar a la humanidad.

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